Algunos Poemas
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Poeta nacido en Barcelona el 13 de abril de 1928, de familia burguesa y castellano-hablante, que se vio brutalmente sacudida por la muerte de la madre -Julia Gay- víctima de un bombardeo franquista sobre la ciudad en 1938. El hecho dramático afectó a todos los hijos, pero especialmente a José Agustín, que puso a su hija el nombre de la madre perdida, y que en uno de sus más célebres poemas (musicado y cantado por Paco Ibáñez), Palabras para Julia, une voluntariamente, en amor y deseo, a las dos mujeres. En 1993, en el tomo Elegías a Julia Gay reunió todos los poemas de tema materno, principal en su primer libro, El retorno (1955) y en otro, muy posterior, en que pretendía cerrar esa vieja y fecunda herida, Final de un adiós (1984).
Empezó a estudiar Derecho en la Universidad de Barcelona, y culmina los estudios en la de Madrid, viviendo en el Colegio Mayor Nuestra Señora de Guadalupe, donde conoció a otros poetas de la generación que vivían entonces en Madrid, como José Angel Valente o José Manuel Caballero Bonald. Una generación de grandes poetas y novelistas (García Hortelano, Martín Gaite, Martín Santos) comprometidos contra la dictadura, comunistas o compañeros de viaje algunos años del clandestino Partido, pero también terriblemente comprometidos con la vida: noctámbulos, bebedores, bohemios, liberales todos ellos; sexo, alcohol y vida. Pocos poetas tan ajenos al academicismo. Tras el éxito de su primer libro, José Agustín se convierte en el poeta más famoso del grupo, primacía que mantendrá hasta los años 60.
Ganó el Premio Adonais en 1954, el Boscán -entonces muy renombrado- en 1956 con Salmos al viento (uno de sus libros más significativos), y en 1959 el Ausias March, con Claridad. Aunque en 1961 José Agustín es el primero en reunir su obra publicada en el tomo Años decisivos, será también el primero en entrar en una cierta crisis creativa -de la que saldrá con Algo sucede, en 1968- relacionada con la validez de la poesía social como arma política, y aún con el tema -tan generacional- de poesía como conocimiento frente a poesía como comunicación. Todavía le quedan a Goytisolo grandes libros por delante. Así Bajo tolerancia (1973), Taller de Arquitectura (1977), Del tiempo y del olvido (1980) o Como los trenes de la noche (1994). Pero es verdad que otros poetas de su generación (Gil de Biedma, Valente, Brines, Claudio Rodríguez, Angel González) empiezan a preponderar y él resulta menos preeminente. Su último libro de versos, Cuadernos de El Escorial, salió a fines de 1995. Tuvo una importantísima tarea como traductor de poesía. Poetas italianos, como Pavese. Pero sobre todo poetas catalanes. Sus antologías de poesía catalana contemporánea fueron pioneras para que los castellano-hablantes la conocieran (y muy bien traducida) la poesía moderna de Catalunya. Los catalanes, de una y otra lengua, no le deben poco. Desde la inaugural Poetas catalanes contemporáneos de 1968 a Veintiún poetas catalanes para el siglo XXI de 1996.
Bebedor, fumador, vitalista, hombre de la vida como libertad y como exceso, tuvo al final de su vida inumerables depresiones.
José Agustín Goytisolo se suicidó el 19 de marzo de 1999 arrojándose al vacío desde el balcón de su casa.