Gonzalo Rojas

Gonzalo Rojas

1917-12-20 Lebu
2011-04-25 Santiago
32173
0
0


Premios y Movimientos

Surrealismo

Algunos Poemas

Pablo De Rokha

No habrá pellín comparable, hasta la eternidad
no habrá pellín comparable al Macho Anciano que nos dio
el fundamento
del instrumento, sin cuyo furor
lúcido no andan los volcanes, no crecen
portentosos en su turquesa los grandes ríos, nadie
pudiera nunca haber llegado al alumbramiento
con desenfado así diciéndole tú
al peligro; nadie
que no fuera él tocado
por el rayo del
no Dios, ninguno que no fuera su coraje para el abordaje
del vaticinio hasta el estremecimiento soplándonos lo que
ni el ojo vio antes ni la oreja oyó, la inmensidad
de la Herida el 58 con todo lo cruel
de su premonición en lava
líquida: La república
asesinada
, en ese cuaderno
de tapas negras que él mismo fue voceando con
su vozarrón por los caminos como un auriga encima
de lo destartalado de un carruaje viejo tirado
por cuatro jamelgos yendo y viniendo en la noche
fantasmal por lo polvoriento del polvo; ¡nadie, y
renadie, ni antes ni después, ningún
mortal del aire así tan entero, tan
pellín y hombre, tan unimiento
primordial como nuestro padre violento!

Se nace rokhiano, con amarditamiento* y lozanía
se nace rokhiano, sin estridencia, pensando
piedra y dignidad se nace rokhiano, comiendo esa
pobreza
acomodada que es la pobreza más pobreza
de todas las pobrezas, nadando
mundo, germinando
mujer, hablando
de hombre a hombre con el callamiento, apartado a
la órbita única de ser
sílaba en el Mundo, vertiente. De Rokha
fue vertiente.

Átomo de todos desde el vagido de Los gemidos el
22, mismo al tiempo
que Vallejo el otro apaleado apostó Trilce al
lenguaje lejos
de cuanto aplauso, hasta el velorio de Valladolid 106, desmesura
contra impostura. ¡Dél
vinimos! No haya foto de esto. Y nada
de liviandades con el muerto. Si se mató
se mató, nada de Sic transit gloria mundi,
con mortadela o algo así. No amó la gloria.
Desparramó por el suelo el mito
de sus sesos. Latinajo del carajo: —In propria venit
et sui eum non receperunt. Vino a su propia casa
y los suyos no lo recibieron.

Quedeshím Quedeshóth

Mala suerte acostarse con fenicias, yo me acosté
con una en Cádiz bellísima
y no supe de mi horóscopo hasta
mucho después cuando el Mediterráneo me empezó
a exigir
más y más oleaje; remando
hacia atrás llegué casi exhausto a la
duodécima centuria: todo era blanco, las aves,
el océano, el amanecer era blanco.

Pertenezco al Templo, me dijo: soy Templo. No hay
pura, pensé, que no diga palabras
del tamaño de esa complacencia. 50 dólares
por ir al otro Mundo, le contesté riendo; o nada.
50, o nada. Lloró
convulsa contra el espejo, pintó
encima con rouge y lágrimas un pez: —Pez,
acuérdate del pez.

Dijo alumbrándome con sus grandes ojos líquidos de
turquesa, y ahí mismo empezó a bailar en la alfombra
el
rito completo: primero puso en el aire un disco de Babilonia y
le dio cuerda al catre, apagó las velas: el catre
sin duda era un gramófono milenario
por el esplendor de la música; palomas, de
repente aparecieron palomas.

Todo eso por cierto en la desnudez más desnuda con
su pelo rojizo y esos zapatos verdes, altos, que la
esculpían marmórea y sacra como
cuando la rifaron en Tiro entre las otras lobas
del puerto, o en Cartago
donde fue bailarina con derecho a sábana a los
quince; todo eso.

Pero ahora, ay, hablando en prosa se
entenderá que tanto
espectáculo angélico hizo de golpe crisis en mi
espinazo, y lascivo y
seminal la violé en su éxtasis como
si eso no fuera un templo sino un prostíbulo, la
besé áspero, la
lastimé y ella igual me
besó en un exceso de pétalos, nos
manchamos gozosos, ardimos a grandes llamaradas
Cádiz adentro en la noche ronca en un
aceite de hombre y mujer que no está escrito
en alfabeto púnico alguno, si la imaginación de la
imaginación me alcanza.

Quedeshím qudeshóth*, personaja, teóloga
loca, bronce, aullido
de bronce, ni Agustín
de Hipona que también fue liviano y
pecador en África hubiera
hurtado por una noche el cuerpo a la
diáfana fenicia.

—Yo
pecador me confieso a Dios.

Contra La Muerte

Me arranco las visiones y me arranco los ojos cada día que pasa.
No quiero ver ¡no puedo! ver morir a los hombres cada día.
Prefiero ser de piedra, estar oscuro,
a soportar el asco de ablandarme por dentro y sonreír
a diestra y siniestra con tal de prosperar en mi negocio.

No tengo otro negocio que estar aquí diciendo la verdad
en mitad de la calle y hacia todos los vientos:
la verdad de estar vivo, únicamente vivo,
con los pies en la tierra y el esqueleto libre en este mundo.

¿Qué sacamos con eso de saltar hasta el sol con nuestras
máquinas
a la velocidad del pensamiento, demonios: qué sacamos
con volar más allá del infinito
si seguimos muriendo sin esperanza alguna de vivir
fuera del tiempo oscuro?

Dios no me sirve. Nadie me sirve para nada.
Pero respiro, y como, y hasta duermo
pensando que me faltan unos diez o veinte años para irme
de bruces, como todos, a dormir en dos metros de cemento allá
abajo.

No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser,
pero no puedo ver cajones y cajones
pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto
llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver
todavía caliente la sangre en los cajones.

Toco esta rosa, beso sus pétalos, adoro
la vida, no me canso de amar a las mujeres: me alimento
de abrir el mundo en ellas. Pero todo es inútil,
porque yo mismo soy una cabeza inútil
lista para cortar, pero no entender qué es eso
de esperar otro mundo de este mundo.

Me hablan del Dios o me hablan de la Historia. Me río
de ir a buscar tan lejos la explicación del hambre
que me devora, el hambre de vivir como el sol
en la gracia del aire, eternamente.
Gonzalo Rojas (Poeta) - La Belleza De Pensar_1999_Chile
80 veces nadie (Gonzalo Rojas, Chile)
Respuesta a Gonzalo Rojas, no somos "zonzos"
Gonzalo Rojas "Cita con la historia" 2009.00.00
Off the Record - Gonzalo Rojas
EN LA RECÁMARA - Capítulo 131: Gonzalo Rojas Sánchez, Historiador y Académico
Gonzalo Rojas: Sus Poemas en Su Voz - El Fornicio
GONZALO ROJAS - El ejercicio de mi poesía
Gonzalo Rojas: Kast, estúpido fascista
Recuerdos de Jaime Guzmán / Gonzalo Rojas
Respuesta a Gonzalo Rojas que nos trató de "Zonzos"
Gonzalo Rojas - Oropendola
Palabras a Medianoche: Gonzalo Rojas
Cuestionado video homenaje a Gonzalo Rojas
Gonzalo Rojas - Al silencio
Contra la Muerte (Entrevista a Gonzalo Rojas -Parte Uno-)
Gonzalo Rojas: Sus Poemas en Su Voz - Perdí Mi Juventud
Gonzalo Rojas, Premio Nacional de Literatura, en "La Belleza de Pensar"
Juan Azúa - Oscuridad Hermosa (Gonzalo Rojas)
Si las izquierdas pelean entre sí… / Gonzalo Rojas
El sistema del cuchillo
Secuestrados por la revolución / Gonzalo Rojas
Gonzalo Rojas reflexiona sobre el mar
Los días van tan rápidos - Gonzalo Rojas / * Voz: ANDRÉS TORO
GONZALO ROJAS - Metamorfosis de lo mismo (2a sesión)
Boric, neo-marxista / Gonzalo Rojas
Gonzalo Rojas | MATERIA DE TESTAMENTO
Gonzalo Rojas: Sus Poemas en Su Voz - Dos Espejos
La DC no debe olvidar / Gonzalo Rojas
Salvador Allende no fue socialdemócrata / Gonzalo Rojas
OVNIS con Gonzalo Rojas | Capítulo 04 | CADA DÍA MEJOR TV (2022)
La Derecha y la rearticulación / Gonzalo Rojas
Gonzalo Rojas: Comunistas: Nunca más
Nos falta voluntad / Gonzalo Rojas
Carbón. Poema
¿Qué se ama cuando se ama? - Gonzalo Rojas
El numerario Gonzalo Rojas y el jesuita Antonio Delfau dialogan en el Canal 13C de Chile
Gonzalo Rojas: Detrás del feminismo
Gonzalo Rojas: Preguntas a las feministas
Derechas a secas - Conversando con el Profesor Gonzalo Rojas
GONZALO ROJAS - Metamorfosis de lo mismo (1a sesión)
Gonzalo Rojas: Sus Poemas en Su Voz - Das Heilige
Chile llora la muerte de Gonzalo Rojas, el poeta del asombro
Gonzalo Rojas: Sus Poemas en Su Voz - Oriana
Gonzalo Rojas: "los militares terminaron lo que los civiles empezaron" #Allende #50Años #Pinochet
Doble Estandar | Gonzalo Rojas, Abogado Historiador (parte 2) | Capítulo 73
Gonzalo Rojas: Bravatas de la izquierda
Visita la casa de Gonzalo Rojas
Tema Examen Armonía - Gonzalo Rojas
Biografía de Gonzalo Rojas, Vida del Famoso Poeta, Diplomático y Docente Chileno

Véase también

A quién le gusta

Seguidores