Agua Del Dios (2)

AGUA DEL DIOS [2]


Agua espesa, divinamente pantanosa,

agua de olvido, espejo de tinieblas,

agua donde penetra el alma y nada se oye.

Fresca agua para el rostro, para toda la carne

mancillada y expuesta

sanguinolenta en todos los mercados.

Agua —como la patria— abierta en canal.

Patria bárbara y militar

dejada de la mano de los dioses,

fugitiva del agua que todo lo purifica.

Patria nuestra muerta de rocío

y yerbas pisoteadas por asesinos y ladrones

y después más ladrones y más

y más y nunca terminan asesinos

y carceleros, oh dios,


ah amada, desventurada


patria-cárcel


Tal es mi furia y mi testimonio dijo el dios

en el instante del sagrado crepúsculo, cuando las colinas

se alejaron hacia un infinito de miseria.

No otra es mi palabra, mi árido paisaje de sangre,

la soledad amorosa que me es negada, los ojos

que me hieren, los poros con que hiero y salvo.


Oh dios, ay dios de heridas y puñales,

dios de piedra punzante, hubo una hora en que

todo pareció como el estallido del alba

y las sonrisas esplendieron como pétalos

y el amor era magnífico hasta la belleza total.


Después nos acribillaron y nos arrebataron

la desnuda libertad.


Parece no importar, oh tú, horripilante

y solitario lleno de asco dios de la infamia,

gran sacerdote del exterminio.

A tus pies, hombre y duelo,

junto a tus heridas cristalinas y tu agua,

me arrodillo otra vez a contemplar el paso de mi patria,

y digo que todo podría ser tan hermoso y sagrado

como el amor, como el Amor,

como el AMOR, oh dios,

recíbeme en tu piedra,


¡hazme vivir!

Septiembre-octubre de 1964

651
0

Véase también



A quién le gusta

A quién le gusta

Seguidores